martes, 29 de noviembre de 2016

Sobre la felicidad…

La mayoría de nosotros buscamos felicidad en nuestra vida, pero creo que la felicidad que esta sociedad nos quiere vender no nos llena. Es una felicidad que se basa sobre todo en bienes materiales y poder. Seguramente alguna vez nos ha pasado que conseguimos algo que pensábamos que nos iba a hacer feliz, como un tv, un carro, y si nos hace feliz, pero al poco tiempo nuevamente necesitamos algo más. Nuevamente sentimos ese vacío que tratamos de llenar con objetos, sensaciones o personas. Y dentro de nosotros sabemos que ese no es el camino que nos va llevar hacia la verdadera felicidad. Y creo que por eso estamos acá. Buscando...porque sabemos que hay algo más.

El Buda dijo: “No estaría enseñando si la felicidad verdadera y la liberación no fueran posibles”. Y me gusta esta frase porque creo que a veces esa es nuestra duda. Pensamos que quizás las otras personas tienen una genética distinta a la nuestra y por eso no vamos a poder ser felices como ellos. Pero es si posible! Lo que nos dice esta frase es que la felicidad es algo que podemos aprender. Cualquiera de nosotros. Sin importar nuestro pasado o la situación en la que estemos. Todos llevamos la felicidad dentro de nosotros solo tenemos que aprender a sacarla.
   
Según el Buda existen dos tipos de felicidad. La primera se refiera a aquellos momentos de placer que sentimos a través de nuestros sentidos. Puede ser por algún logro, o una experiencia con una persona, o quizás una actividad que nos hace sentir felices. Es una felicidad que necesita una causa para que ocurra. En este tipo de felicidad estamos constantemente buscando aquellas sensaciones que nos den placer y más bien tratamos de evitar las que no nos agradan.

Y el segundo tipo de felicidad que el Buda describió, es la felicidad que no depende de nada. Se refiera a una felicidad que no necesita razón o causa para que ocurra, es simplemente un lugar de liberación.

Como ya sabemos, tanto el deseo constante como la aversión no nos hacen felices. Y hagamos lo que hagamos siempre van a estar ahí, no nos podemos escapar, pero si podemos intentar atenuarlo simplemente estando en el presente y practicando ecuanimidad. 

Más de 2 décadas de estudios demuestran que cuando estamos completamente en el presente, hay partes del cerebro que se activan que están directamente relacionadas con la felicidad. Por lo tanto, otra cosa que podemos hacer para ser mas felices es estar cada vez más en el presente. Y, probablemente, tanto el deseo como la aversión van a seguir ocurriendo, pero lo sucederá con el tiempo es que nos iremos dando cuenta mucho mas rápido cuando surgen: "Hmm... acá viene el deseo, no tengo que pensar en esto tengo que estar presente". O "Aca viene la aversión".

Y cuando hacemos esto, cuando dejamos de pensar que vamos a ser felices cuando tengamos esto o aquello, o que vamos a ser felices cuando estemos al lado de tal persona, o cuando ganemos tanto, etc. Y en vez de eso simplemente nos concentramos en el presente, ahí vamos a disfrutar más de nuestra vida. De las cosas simples. De un atardecer en el mar, de los árboles, o simplemente de nuestra respiración… realmente son estas cosas las que nos producen la verdadera felicidad. Ya no estamos esperando nada de la vida, simplemente disfrutamos de las cosas tal cual son. La verdadera felicidad no viene de cosas externas. Pensamos que asi, pero tenemos que cambiar eso por estar presentes, consientes. Y para eso tenemos que meditar.